Emetofobia: Fobia a vomitar.

In Blog by Miriam Tudela0 Comments

La emotofobia es un miedo irracional a vomitar o ver vomitar a otros, aunque parece poco probable es la 5 fobia más común. Esta patología incapacita mucho a la persona que lo padece. Suele relacionarse con un ataque de pánico.
Esta fobia se da tanto en hombres como mujeres, incluso niños. Tienen miedo a que si este hecho se sucede no poder parar y morir en el intento. Como es difícil hacerles ver que tras el vomito nada malo les va a suceder es muy difícil de abordar. Para ellos, vomitar es un signo de pérdida de control. Terminan evitando eso que temen y las posibles causas que sucederán tras ello.

Causas de la emetofobia
Las investigaciones revelan que no hay una causa específica que desarrolle la emetofobia. Algunas personas que padecen la enfermedad experimentan un suceso traumático con vómitos casi siempre en la infancia (una gastroenteritis, una intoxicación alimentaria, haber presenciado involuntariamente el vómito de alguien…), pero muchos otros no lo hacen. Por lo que hay diversos factores que pueden desencadenar en esta fobia.
Las personas que sufren esta fobia intentan evitar estar con personas enfermas, ambientes nocturnos, bebidas alcohólicas…hasta el punto de llegar a interferir en su vida diaria.

Tratamiento
El tratamiento estándar para este tipo de miedo es la terapia cognitivo conductual, terapia muy útil en la mayoría de las fobias. No está centrado en evitar o eliminar el vomito, si no eliminar las conductas de evitación que afectan a su vida diaria.

Los pasos a seguir serian los siguientes:

  • Psicoeducación. Le explicaremos al paciente en qué consiste su miedo y su ansiedad y qué papel tienen nuestros propios pensamientos a la hora de desencadenar un ataque de ansiedad al pensar o ver el vomito. Como podemos darnos cuenta de que esa ansiedad se está apoderando de nosotros. En el momento en el que nosotros le explicamos a nuestro paciente el círculo que hemos presentado antes y le ayudamos a controlar sus pensamientos y sensaciones, evitaremos que se desencadene en un ataque de pánico o ansiedad.
  • Entrenamiento en relajación y respiración. Con ella pretendemos rebajar la ansiedad fisiológica que tiene el paciente. Es importante que aprendamos a usarla correctamente para que no se convierta en una conducta de evitación. Un ejemplo seria:

          “Cuando respiras profundamente desde el abdomen en lugar de respiraciones cortas, inhalas mas oxígeno. La próxima           vez que te sientas ansioso, temeroso o estresado intenta disminuir la velocidad de respiración.

          Puedes sentarte con la espalda recta en una postura que a ti te resulte cómoda, pon una mano en el pecho y otra en el               abdomen. Inhala por la nariz mientras cuentas mentalmente hasta 5 y observa cómo se levanta la mano de tu                             estómago. La mano del pecho debe moverse muy poco. Exhala por la boca, mientras cuentas hasta 9, intentando                         expulsar  todo el aire que puedas. La mano del pecho ha de moverse muy poco. Continua haciendo estos ejercicios                       respirando por la nariz y soltándolo por la boca mientras cuentas mentalmente.

          Si tienes dificultad para respirar desde el abdomen en lugar de estar sentado prueba a tumbarte en el suelo. Coloca algo           sobre tu estomago e intenta que este se mueva mientras respiras.”

  • Reestructuración cognitiva. En este paso pretendemos que el paciente identifique sus pensamientos irracionales acerca del trastorno y someterles a contraste para ver si son verdaderas o no.
    • Intentaremos definir que pensamiento tiene el paciente cuando ve a alguien vomitar o tiene nauseas.
    • Una vez que analizamos el pensamiento “me voy a morir” “no voy a poder parar” analizamos las razones que le llevan a pensar que eso es cierto.
    • Analizaremos las posibilidades de que suceda ese hecho que el paciente teme posicionándolo en una escala de 1 a 10 por ejemplo.
    • Ayudaremos al paciente a generar pensamientos alternativos
    • Podemos discutir que sería lo peor que le puede pasar en caso de que vomite (descatastrofización)
    • En este último paso podríamos decirle al paciente “en el caso de que fuera cierto que no puedas parar de vomitar, que te vayas a morir si lo haces, ¿en qué te beneficia estar pensando eso todo el día?”
  • Exposición interoceptiva y en vivo a las sensaciones corporales temidas. Una vez que la persona observa que la situación temida no supone ningún peligro y tiene técnicas de relajación y de cambio de pensamiento adecuadas, podemos pasar a la fase de exposición a las situaciones temidas.
    Lo primero que podemos hacer es explicarle la gráfica de la ansiedad: “Cuando nos enfrentamos a una situación temida, la ansiedad se eleva hasta un punto, en el que se mantiene, para después comenzar a bajar y finalmente desaparecer.”

Después podemos mandarle una serie de ejercicios para que se habitúe al vomito y a esas sensaciones desagradables y que           practique lo aprendido en sesión. Las primeras veces podemos decirle que lo haga en consulta para evitar un ataque de                 pánico y corregir posibles errores o duda que vayan surgiendo. Algunos ejercicios serian: escribir sobe el vómito primero,           luego exponerse poco a poco a imágenes de personas vomitando o actuando como si vomitaran, o a olores                                        desagradables… No es buena idea forzar al paciente a vomitar para eliminar su miedo, en general no se obtienen buenos              resultados.

Testimonios:
A continuación exponemos algunos de los pensamientos que padecen estas personas:

  • “Pensaba que cualquier cosa me podía hacer vomitar, no quería ponerme mala del estomago, cada vez que me dolía sentía que iba a vomitar y que no podría parar de hacerlo, me iba a morir. Por las noches evitaba pasar por calles transitadas de bares porque seguro que alguno salía borracho y me vomitaba al lado, también evito mirar al suelo ya que seguro que veo algún vomito y yo no podre parar de hacerlo”
  • “Mi sobrino pequeño vino a pasar el fin de semana a casa, tenia gastroenteritis, yo por miedo y pavor a vomitar o que lo hiciera el apenas me acerque en todo el fin de semana, intentaba evitarle a toda costa, solo con la idea de que podría vomitar o ver una arcada delante mía me sentía morir”

Artículo escrito para la AEPCCC en el máster que realicé sobre «Práctica Clínica»

¿Tienes algún tipo de fobia? ¿Quieres que te ayude a superar algún tipo de miedo? Pásate por mi despacho en el Centro de Especialidades Médicas Santiago Amón en Las Rozas.

Miriam Tudela
Psicóloga en Las Rozas / Zona Noroeste / Atención a domicilio

Leave a Comment